¿Por qué el estrés engorda? Descubre el impacto del cortisol en tu peso

Consentida, deja de culparte por ceder ante los dulces y la comida rápida. 

No siempre es por falta de voluntad. Esos antojos que aumentan tu cintura y tu peso los provoca el cortisol, la hormona del estrés.

¿Por qué el estrés engorda? En este artículo conocerás la conexión entre cortisol y aumento de peso, además de una estrategia poderosa para dejar comer por estrés.

El impacto del cortisol en tu cuerpo: cómo el estrés te hace engordar

¿Por qué engordo cuando estoy estresada? Aquí tienes las principales razones:

1. Provoca más antojos: ¿después de un día “de locos”, te provoca ir por una pizza o un pastel? Es el cortisol elevado que descontrola las hormonas del hambre y saciedad, impulsándote a buscar snacks que te calman por unas horas y comerlos sin control.
2. Metabolismo más lento: estresarte, todo el tiempo, hace que tu metabolismo queme grasa más lento, por lo que la acumulas en tu vientre.
3. Aumenta la grasa abdominal: el estrés engorda la barriga, pues las células de grasa abdominal se activan más rápido con el cortisol alto que otras células de tu cuerpo.
4. Descontrola la insulina: cuando estás muy estresada, la insulina no procesa bien el azúcar de tus comidas. Eso te provoca un apetito feroz por los dulces.
5. Duermes mal: ¿al acostarte te inundan las preocupaciones y miedos? El estrés interrumpe tu sueño y con eso, tu cuerpo no puede trabajar en la pérdida de peso que sucede mientras duermes.  Y como se afectan las hormonas del hambre y la saciedad, al día siguiente tendrás más ganas de picotear.
6. Te mueves menos: puedes engordar por estrés porque el cansancio te vuelve más sedentaria, haciendo que quemes menos calorías.
7. Eliges alimentos menos sanos: cuando estás abrumada por tanto estrés, es más difícil planificar lo que comes y más fácil caer en tentaciones. Incluso, optas por comida callejera, que no es la más saludable.
8. Se afecta la tiroides: la dupla, estrés e hipotiroidismo, hace engordar, ya que el cortisol vuelve lenta a la tiroides (hipotiroidismo) y no quema grasa como debe.
9. Altera tu microbiota: el estrés arrasa con las bacterias beneficiosas de tu intestino que apoyan la pérdida de peso. Eso, limita tu capacidad de adelgazar.
10. A tu hígado le cuesta desintoxicarte: cuando este órgano se sobrecarga de estrés, le cuesta eliminar las toxinas que engordan e inflaman.

Una estrategia para no comer de más por estrés

1. Antes de comer, evalúa si tienes mucha hambre o no.
2. Nada de celular o TV mientras comes.
3. Siente los sabores, texturas y aromas de tus comidas.
4. Mastica lentamente.
5. Deja de comer cuando te sientas satisfecha; no esperes estar demasiado llena.

Rebaja esos kilos de más por estrés, con intención y constancia; en poco tiempo, descubrirás que el estrés y la pérdida de peso ya no son enemigos.

Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Estudios de referencia

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