Qué causa la acumulación del estrés y cómo apagarlo con técnicas poco comunes
El estrés es como esa pila de ropa que nunca terminas de doblar. Cada preocupación, cada momento de nerviosismo, es como una nueva prenda que se suma al montón.
Todas esas veces que te has sentido abrumada: corriendo para llegar a tiempo a una reunión, haciendo malabares entre el trabajo y las tareas del hogar. Y se van sumando síntomas físicos y mentales que no te dejan vivir bien.
Conoce qué causa la acumulación del estrés y estrategias poco comunes para recuperar el control y la calma.
¿Por qué el estrés no se apaga?
- Eje HPA descontrolado: el eje HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal) es como una alarma. El estrés crónico lo mantiene sonando sin parar, liberando cortisol constantemente. Es como si la alarma se hubiera atascado, manteniéndote en tensión permanente, incluso cuando no hay peligro. No importa si es domingo o es de noche, siempre está activo.
- Falta de nutrientes: así como un automóvil necesita gasolina para funcionar, tu cuerpo necesita magnesio, zinc y vitaminas del grupo B para manejar el estrés. Si te faltan estos nutrientes, tu cuerpo no tendrá la energía para afrontar las situaciones difíciles.
- Hormonas desequilibradas: cuando la tiroides funciona lento o muy rápido, si estás en tiempos de cambios hormonales y tienes síntomas de la perimenopausia por estrés, o tus niveles de azúcar en sangre están descontrolados, puedes sentirte cansada y sin ánimo, lo que te hace más vulnerable al estrés.
- Sueño interrumpido: dormir bien es fundamental para que tu cuerpo se recupere del estrés. El insomnio o la apnea del sueño impiden este proceso, manteniendo el cortisol alto y alimentando el ciclo del estrés.
- Inflamación persistente: algunas enfermedades, como la artritis reumatoide, mantienen tu cuerpo en un estado de alerta constante, similar al estrés.
- Intestino desequilibrado: un desbalance en la flora intestinal (las bacterias buenas del intestino) puede afectar la producción de serotonina, una sustancia que ayuda a regular el estado de ánimo y la respuesta al estrés.
- Problemas de salud: lidiar con enfermedades del corazón, cáncer u otras enfermedades graves, añade una carga emocional y física que mantiene al estrés en niveles altos.
- Ansiedad, depresión y traumas: Estos trastornos mantienen el sistema de respuesta al estrés siempre activo, lo que dificulta la relajación y la recuperación.
- Enfermedades autoinmunes: cuando tu sistema inmune ataca por error a tu propio cuerpo, surgen enfermedades, como tiroiditis de Hashimoto, lupus y esclerosis múltiple. Ellas aumentan el estrés, debido al dolor, fatiga y malestar general, unido al estrés emocional de no saber cuándo aparecerán los brotes.
Cómo quitar el estrés constante con estrategias poco convencionales
- Mete la cara en hielo: Suena loco, ¿verdad? Pero sumergir tu rostro en agua helada por unos segundos activa el nervio vago, que es como presionar el botón de reinicio de tu sistema nervioso. Es ideal cuando sientes que estás a punto de explotar por el estrés.
- Baños de sal Epsom: imagina sumergirte en una bañera que no solo limpia tu cuerpo, sino que también drena el estrés de tu mente. Los baños de sal Epsom pueden ser tu ritual de autocuidado, perfecto para esos días en que sientes que cargas el peso del mundo sobre tus hombros.
- Risoterapia: ¿Cuándo fue la última vez que te reíste hasta que te doliera el estómago? La risa es como un mini-masaje para tu ánimo. Organiza una noche de comedia con tus amigas o simplemente pasa tiempo con esa persona que siempre logra hacerte reír.
Une estas estrategias relámpago con respiración profunda, yoga, caminatas por la naturaleza, bailar o, simplemente, jugar con tus hijos. De esa forma podrás ir apagando ese estrés que interrumpe tu calidad de vida.
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.Fuentes:
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